Sábado tarde en Azkoitia

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Cuando llamé a mi prima Kontxi que trabaja en el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Azkoitia (Gipuzkoa), para pedirles si sería posible un espacio de bajo costo o gratuito para organizar el Segundo Nivel del curso Zen de Suzanne Powell, todo fue fácil y sencillo. Tanto la concejalía de Cultura como la Alcaldía, no sólo no pusieron pegas, sino que facilitaron todo muchísimo y enseguida nos dieron el sí. Objetivo cumplido…o eso creía yo…
Lo menos que me imaginaba es que me pidieran que yo fuera a Azkoitia para ofrecer una charla sobre Vida Después de la Vida y además demostraciones de Videncia y Mediumnidad entre el público. Lo primero que me vino a la cabeza fue un largo y sonoro: ¡¡¡PUUUUFFF!!!


Azkoitia y Azpeitia tienen un lugar muy especial en mi corazón, pues mis padres son de allá, mi familia (o al menos la gran mayoría) reside allá, y mi infancia y vida están muy ligadas a ambos municipios, pero debo admitir que me producía un poco de vértigo aceptar, aunque por supuesto no tardé en hacerlo.

Los días iban pasando y mi preocupación era, por una parte; si realmente la gente entendería mi trabajo y si podría ayudar a alguien, y por otro; mi familia. Sí, mi familia. Esas personas que te quieren mucho pero a menudo son los jueces más duros que pueden existir….vértigo, coraje, respeto…no sé…llamémoslo como queramos, quizás miedo….hasta pronunciar esa misma palabra me producía, eso: miedo.

Era consciente de que nada tenía que ver con la realidad, que mi familia iba a apoyarme en todo momento y que nada tenía que ver ya con el Mikel de la infancia pues largo era el camino recorrido...pero...sí...MIEDO y RESPETO.

A toro pasado, y después de un fin de semana junto a Suzanne Powell lleno de emociones y experiencias intensas, sólo me queda decir: ¡GRACIAS AZKOITIA! O como diríamos nosotros: Eskerrik Asko AXKOITTI!

La acogida de la gente ha sido espectacular, el aforo estaba a reventar con más de 500 personas que pagaron sus 5 Euros para una causa benéfica. Otros casi 300 que se quedaron sin poder asistir, y tantas y tantas llamadas, WhatsApp y emails de apoyo y de ánimo recibidos tanto antes como después del evento.

Sé que la temática a tratar era un poco novedosa para las gentes del lugar, también soy consciente del hecho de que casi siempre esperamos (y de alguna manera buscamos), el mensaje del más allá. Pero debo reconocer que ha sido en general una gran y maravillosa experiencia que sin duda quiero (y desde aquí amenazo con hacerlo), repetir. Sin ninguna duda.

Una vez más el pueblo de Azkoitia, mi familia y la gente de la zona me han demostrado que todos queremos lo mismo: luchar por la paz y el amor, crecer como personas entendiendo cómo nos comunicamos los unos con los otros y entender nuestra existencia y conexión con el más allá. Si sólo una persona ha cambiado, si con mi humilde hacer he podido ayudar a una sola persona; ya me conformo. Me consta que son muchas las personas que hemos “tocado” con la flecha de la esperanza, del conocimiento y del saber.

Eso es lo que motiva mi vida y de lo que trata mi misión de Alma, y por eso os quiero agradecer vuestra presencia y participación.

Si soy sincero, tenía mucho miedo a cómo las personas reaccionarían, y a decir verdad los asistentes estaban bastante “emocionalmente rígidos” cuando comencé mi disertación, después fue poco a poco cambiando la energía de la sala, aunque no tanto como me hubiera gustado. Sin embargo sé, que la próxima vez, estaremos todos (vosotros y yo), más receptivos.

Algunas personas aún perplejas indicaban su asombro ante mi don, pero es lo que Dios me ha dado y doy gracias cada día por tenerlo y poder con él ayudar a las personas. Pues eso es lo que es un Don, y no un Poder.


Gracias también en especial a Kontxi y a Sonia, a todo el departamento de Cultura, a la Alcaldía, a Tomás y su mujer en Baztartxo, a la policía municipal por facilitar el aparcamiento, a Coro y Lasa en Larramendi Torrea; y a todas las personas implicadas en este proyecto, dentro y fuera del Ayuntamiento de Azkoitia. Por supuesto a toda mi familia: Ormaetxetarrak eta Kanpaxtarrak, por estar ahí, y cómo no, a mis fans Nº1: Mis padres por no perderse ni una sola de mis actividades y por apoyarme incondicionalmente.

En el nombre de IZARGI y en el mío propio:

Gracias, Mila esker,
Mikel Lizarralde Goenaga.